Los Ingléses en Bordighera
Los Ingléses en Bordighera
El comienzo
Hubo una época, al término del Ochocientos, donde muchos ingleses vivian en Bordighera, colocados en posadas y quintas escondidas entre de los olivos . A lo largo del litoral, despejado a ocaso de Capo Ampelio ellos llegaron a los tres mil, entretanto que la población del lugar apenas sobrepasaban los dos mil. Tale extraordinaria colonización turística de Bordighera de parte de las familias inglesas màs prestigiosas, que habían elegido ese rincón de Liguria (así como otros subdítos de la reina Vittoria habían predilecto otros lugares de la Riviera, desde Cannes hacia Alassio) había empezado después la publicación del afamado romance “Il Dottor Antonio” de Giovanni Ruffini, que ocurrió en 1855.
Los Ingléses descubren Bordighera
Descubierta poco a poco su belleza natural, la màs escondida y exuberante, apreciada por el clima excelente y por la quietud de sus paseos bajo de los olivos y de las palmeras (estuvo calculado que la Città Alta estaba cercada sin embargo por 50.000 plantas de olivo y por 20.000 de palmera qui fueron sacrificados en vista de la apertura de calles y de la edificación de palacios, así como por la venta de las palmeras màs hermosas a otras ciudades), Bordighera se hizo con rapidez un lugar residencial de primero orden, en competencia con Nizza y Mentone.
Sus construcciónes
Los Ingléses organizaron allí un verdadero centro de estilo británico, con sus bancos, sus agencias, sus tiendas, sus círculos culturales y deportivos, la Chiesa Anglicana, el teatro Victoria Hall y aun un papel semanal en lengua inglésa. Imprimiendo a la ciudad su característica distincíon. Muchos fueron los visitantes que vinieron de otras naciones de Euròpa.
Arquitectura
Hoy también, desde hace más de un siglo, las principales instituciónes de esa época, sobreviven y permiten a la Bordighera actual de conservar intacta, mejor dicho ampliada, la prestigiosa tradición cultural a través el Museo Bicknell y la Biblioteca Civica Internazionale. Todavía activo y esencial el Tennis Club, que, hecho notorio, conserva la plusmarca de fundación nacional y bien veinte terrenos de juego originales (reducidos en el posguerra), y el Bridge Club.
Clarence Bicknell
El personaje de aquel universo que ha dejado el recuerdo màs fuerte de sí mismo estuvo sin duda Clarence Bicknell, primer pastor protestante de Bordighera. Después, abandonado el hábito, mecenas y estudioso sensible y cuidadoso, acuarelista exquisito, promotor del esperanto, apreciado botánico, pero sobre todo incansable explorador y descubridor de los grabados rupestres del Monte Bego, en los vecinos Alpés Marítimos. Fundador en 1888 del primero museo de Liguria Occidental, que todavía conserva su nombre.
Recojió en su propio edificio, mezcla de estilo anglosajón y mediterráneo, preciosos hallazgos arqueológicos, además de ricas colecciónes naturalísticas, en seguida devueltas a los diferentes museos de liguria, según el lugar originario de los trozos. Bicknell publicó dos importantes volúmenes sobre la flora local y diferentes contribuciónes sobre los grabados rupestres del Bego, en último lo de 1913.
Los herederos de Clarence Bicknell
Después de la muerte de Bicknell, que sucedió en 1918, la institución pasó a los sobrinos Edward y Margaret Berry, que hacieron de ella, un centro de estudios hístoricos y artísticos muy fecundos, cuya más viva demonstración está ofrecida de sus preciosa guía “ Alla porta occidentale dell’Italia.” Mientras Europa se disponía a un nuevo y espantoso conflicto y las transformaciónes político-sociales del tiempo habían redimensionado las riquezas del imperio británico, una época se cerraba también en Bordighera, con el abandono primeramente temporal, después definitivo, de casi todas familias inglésas.
Istituto Internazionale Y Museo Bicknell
Pero quedaban las obras, quedaba el estilo de la ciudad, ya profundamente asimilado aun quizás inconscientemente. Después de algún momento de incertidumbre el Museo Bicknell se hizo sede de la “Deputazione di Storia Patria” y luego del “Istituto Internazionale di Studi Liguri que hoy” continua. Ampliadas, sus actividades y sus intervenciónes, como centro de especialización arqueológico universitaria dotado de una biblioteca muy rica y como principal organismo regional para la tutela y la valorización del patrimonio arqueológico, artístico, histórico y naturalístico de Liguria.
Biblioteca Civica
También la Biblioteca Civica Internazionale, lugar de reunión de lectores de la màs variadas inclinaciónes, ha recientemente alcanzado su función de centro coordinador y promocional de las actividades culturales de la ciudad, arreglando el imponente patrimonio editorial (muchissimos son los volumenes en inglés que, entre otras cosas, han sido catalogados sobre CD-ROM consultable on-line) y aprobando ciclos de conferencias, conciertos, proyecciónes, debates, agrupando periódicamente en su sede grupos numerosos de apasionados. Al terminar del 1999 los usuarios que frecuentaban la Biblioteca Civica estaban acerca de cuatro mil. También en este caso el viejo espiritu aflora y adaptado al nuevo tiempo permite la prosecución de un programa que mira mantener los inmutables valores de la cultura, su insustituible fin de primaria utilidad y de elevación moral y social.
Pero haber recordado las mayores instituciónes inglesas en Bordighera no hace justicia a otras realizaciónes importantes y sobre todo, a los personajes numerosos que se aficionaron a la ciudad consagrandole aun contribuciónes en concreto. Sea suficiente citar , entre todos, Fredric Fitzroy Hamilton, autor del preciado volumen “ Bordighera and the Western Riviera” traducido también en francés, fundamental estudio historico-ambiental con reproducción de los documentos sobre la fundación de Burdigheta en 1470-71, de lo contrario desconocidos, y del señor Lowe, que dejó a la ciudad los actuales jardínes de calle Vittorio Veneto, para que los olivos centenarios del parque pudieran hacerse patrimonio común.
Una herencia significativa
De estos y de otros múltiples hechos y episodios ya en gran parte olvidados y descoloridos con el tiempo, se formó Bordighera moderna, cuya tradicción turística y cultural de alto nivel de molde inglés es la razón pricipal de su suerte.